miércoles, 19 de noviembre de 2014


El nombre del Dobermann proviene del apellido de su creador alemán, que hizo los cruces que terminaron dando un animal creado inicialmente para la policía, lo que por mucho tiempo les valió el sobrenombre de "perros de gendarme".
Actualmente se los clasifica como perros cuya función zootécnica  es utilidad, compañía y protección. Vivaz, valiente, tiene una expresión decidida e inquietante. Es un perro de carácter enérgico, orgulloso e impulsivo, que debe ser estable, asentado y sociable.
Si no se lo trata como se debe puede ser agresivo, pero, siempre mantiene su estabilidad y compañerismo para con su amo. No es un perro para cualquier amo. Necesita un dueño firme y tranquilo, que sepa imponerse con paciencia y sobre todas las cosas, afecto. Sumamente fiel, muy dependiente de la familia, demuestra una devoción ciega por su amo.
Es un perro amigable y cariñoso sobre todo con los niños, aunque es necesaria la supervisión de los padres ya que el Dobermann tiende a jugar con mucha energía debido a su peso y musculatura, y puede derribar o golpear sin querer y poder hacer daño. Posee un sentido innato de la protección y en la mayoría de los casos, es muy desconfiado con las personas extrañas.
Este perro es frágil y sensible desde el punto de vista emocional y no soporta las relaciones conflictivas. Necesita una buena socialización en todos los ámbitos para fomentar su convivencia y su equilibrio emocional para una mejor convivencia y fomentar mucho más el contacto amigable con humanos y otros animales.
Siempre habrá de mantener su estabilidad emocional, aunque, si se lo descuida o lo trata mal, probablemente, se torne un tanto depresivo o agresivo

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